Desde la Asociación del Olivar Tradicional Español -ASOLITE- han puesto de manifiesto la asfixia económica que sufren los productores de Olivar Tradicional, a pesar del incremento del precio del aceite en origen, debido a la asunción de unos costes de producción cada vez mayores e inasumibles, entre los que destacan la subida del precio de la luz y del gasóleo bonificado de uso agrícola y así “lo hemos solicitado por escrito a al presidente del Gobierno, al Ministro de Agricultura, al delegado del Gobierno en Andalucía y a los subdelegados del Gobierno en Jaén, Granada y Córdoba”.
“Si bien en esta campaña agrícola hemos visto que el precio del aceite ha experimentado una subida que pudiera entenderse como un mayor beneficio para el productor, esta subida del precio en origen NO SE HA TRADUCIDO EN UNA MAYOR LIQUIDEZ O GANANCIA PARA EL PRODUCTOR. La idea que se ha trasladado a la sociedad es totalmente engañosa”, ha explicado el presidente de ASOLITE, Francisco Guerrero.
Los bajos rendimientos de la aceituna recolectada la pasada campaña tuvo como resultado una menor producción de litros de aceite en relación a los kilos de aceituna recolectados. Esto significa que cada agricultor necesitó emplear más kilos de aceituna para producir cada kilo de aceite, por lo que el coste del aceite fue mayor que otras campañas. Por otra parte, el resto de costes que soporta el agricultor/productor son cada vez mayores, por lo que la presunta ganancia del agricultor se esfuma.
La tarifa de la luz ha subido hasta máximos históricos, al igual que no cesa el ascenso en el precio del gasóleo de uso agrícola que ha experimentado una importante subida en el último año sin que por parte del Gobierno se haya establecido ningún tipo de medida tendente a paliar los graves efectos que estas subidas causan a los agricultores, destacando por su vulnerabilidad los del Olivar Tradicional que ven imposible hacer frente a los costes energéticos del riego de sus explotaciones.
El elevado coste de la luz están generando un doble perjuicio al productor, dado que la inmensa mayoría de Comunidades de Regantes, viendo la imposibilidad de hacer frente al pago de la luz de los riegos, han tenido que reducir los periodos de riego de las fincas de olivar de sus respectivas comunidades para no exceder de la tarifa nocturna, por lo que estas explotaciones están recibiendo mucha menos cantidad de agua que otros años incidiendo directamente en la cantidad de cosecha a recolectar en la próxima campaña, lo que se une al grave efecto sobre la cosecha en curso de la sequía y olas de calor extremo que estamos padeciendo este verano.
Este 2021 vivimos un panorama desolador en el Olivar Tradicional. En junio, olivareros de amplias zonas de Jaén, máximo exponente en el cultivo del Olivar Tradicional, vieron como se malograba hasta el 40 por ciento de su cosecha por las tormentas de granizo caídas en poblaciones como Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo, Sorihuela del Guadalimar, Chiclana de Segura, Santo Tomé, Cazorla… entre otras. A esto se une la grave situación por la que atraviesan los olivares de secano que, ante la falta de precipitaciones, están acusando un grave estrés hídrico a estas alturas de verano. Para colmo, la subida de la luz y del gasóleo bonificado hace inviable para muchos productores y comunidades de regantes el coste de los riegos en las fincas de regadío.
“Por todo esto, desde la Asociación del Olivar Tradicional Español reclamamos una revisión por parte del Gobierno de estos costes, a día de inasumibles para el agricultor, y la toma de medidas urgentes que bonifiquen la luz y gasoil para productores y demás entidades agrícolas como comunidades de regantes y cooperativas”.
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