Desde la Asociación del Olivar Tradicional Español muestran su preocupación por la sequía que este 2021 está causando la perdida de cosechas enteras en los olivares de secano, poniendo en peligro el medio de vida de muchos productores y sus familias.

Desde su origen, ASOLITE ha planteado ante todas las administraciones públicas competentes la necesidad de poner en marcha un Plan Hidrológico más justo que proporcione agua a las tierras de secano que llevan años demandando y siguen a la espera de que se amplíen las cotas de agua en sus comunidades de regantes y/o que se resuelvan favorablemente expedientes iniciados desde hace años.

“Observamos atónitos cómo ingentes cantidades de agua se destinan a otros cultivos, más eficientes por su productividad por hectárea, pero insostenibles medioambientalmente. Por ello, debemos mostrar nuestro más absoluto rechazo y volvemos a recordar a las administraciones que no sólo es necesario, sino que llevar agua al Olivar Tradicional es ya una cuestión de justicia social”, ha declarado Francisco Guerrero, presidente de ASOLITE.

Ya son muchos meses que los olivares de secano soportan el estrés hídrico, a lo que hay que sumar las altísimas temperaturas de las últimas semanas. La puntilla que en muchas zonas ha secado ya el fruto y provoca pérdida de vigor en el árbol, lo que, de continuar así, afectará a la producción de la siguiente cosecha acumulando aún más pérdidas si caben para el productor. “Somos conscientes de que el cielo dispone y no podemos evitar los periodos de sequía, el viento o el granizo, por ello necesitamos unas administraciones conscientes de la importancia y el coste de nuestro trabajo, del que dependen familias y pueblos enteros. Por ello, es urgente que los gobiernos competentes se pongan a trabajar y ayuden a los agricultores y olivareros a aliviar esta situación, con el conocimiento de que el cambio climático la agravará.

Además, a pesar de que siempre se plantea el tema del seguro agrario como la solución a las pérdidas de cosecha por daños meteorológicos, el alto coste de los mismos hace inviable su contratación para la mayoría de los productores, asfixiados cada vez con mayores costes de producción; por lo que se necesita mayor implicación de las administraciones públicas conocedoras de esta realidad.

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